Descripción
Cincuenta pequeños ensayos –sumando crónicas y artículos de prensa, prólogos y capítulos de libros– que cubren casi seis décadas y que centran sus meditaciones en el azoriniano deambular peripatético por librerías de nuevo, librerías de lance, de viejo y buquinistas de Madrid y París, ferias del libro y bibliotecas, así como por las páginas de aquellos cientos de libros que leyó con entusiasmo, prologó o reseñó.
Los textos aquí reunidos comparten una característica común: parten de la experiencia personal del propio escritor. Todas sus reflexiones tienen su origen en el contacto directo del autor con el libro impreso, con el papel y la tinta. Azorín no habla de oídas ni trata cuestiones que le son ajenas; en su caso, la práctica siempre es anterior a la teoría. El resultado es una especie de autorretrato de un bibliófilo que, por su contenido íntegra e inequívocamente autobiográfico, bien podría haber sido un tomo más de esas memorias que este insaciable lector nos dejó repartidas en varios volúmenes.
«Tienes en las manos, lector, un libro precioso, un pequeño tesoro. Tesoro del pajarero, se titulaba aquel manual clásico que hablaba a los amantes de las aves de cómo cuidarlas, amarlas, favorecerlas. Tesoro del amante de los libros podría titularse este. En ningún otro confirmarás con mayor puntualidad el viejo adagio: “El que comienza un libro es discípulo de quien lo acaba”.»
Andrés Trapiello, del Prólogo.
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