Ni diario ni memorias, unas notas a vuela pluma para dejar algún rastro reconocible de los múltiples periplos comenzados estos últimos días (¿cuáles llegarán felizmente a puerto?), registro al margen, más acá de la actividad puramente contable y administrativa del editor. Papeles, el editor siempre está rodeado de papeles, y no precisamente apetecibles, pero de obligada lectura: facturas, albaranes, recibos, contratos, proformas, y un largo etc.
Una vez que el año ha concluido y que el último libro de la temporada ya está en las librerías, surge el espejismo del oasis, que desaparece de inmediato ante la inmediatez y solicitud del día a día, cargado de infinidad de tareas, pequeñas, rutinarias, algunas molestas, que sujetan al editor a tierra firme, gracias a las cuales no llega nunca a perderse en ningún paisaje hiperuranio.
Dejar constancia, aunque sea en dos pinceladas mal resueltas, dibujo apenas bosquejado, para sobrellevar de alguna manera la sensación de que uno trabaja más bien de bombero, apagando fuegos por los rincones sin lograr sofocarlos del todo, o achicando agua a cubos, Sísifo marino, para salvar una nave que amenaza constantemente con venirse a pique. Vamos, que el editor, pequeño empresario, no se aburre: finalmente, no todo está en los libros (tampoco en los de contabilidad).
Apuntes, por tanto, los siguientes, de la última semana, que formarían parte (ciertamente irrelevante), de un cuaderno de bitácora del editor:
Viernes 25 de noviembre.
17:30. Café en El Comercial con mi nueva traductora del francés. El proyecto que le he ofrecido le ha entusiasmado, afirma. Planificando el 2013.
19:30. Día de las Librerías. Cita en Altaïr: Pilar Rubio ha invitado a Eduardo Martínez de Pisón a una lectura en público de pasajes de su último. El geógrafo y montañero, como siempre, nos sedujo con su palabra y su voz, orador de los de antes, que conmueve y nos transporta, con todo lujo de detalles, a paisajes desérticos o a escarpadas cordilleras tibetanas.
Compra inevitable: Venecia insólita y secreta, una guía llena de esas curiosidades que tanto me obsesionan de la Serenissima.
Lunes 28 de noviembre.
Noticias desde la Fil. De Guadalajara. Maese Silvano Gozzer me envía foto del stand de Fórcola en la feria. Ha quedado estupendo y el cartel luce bien.
Mañana intensa: intercambio de correos con Daniel Marías planificando los próximos títulos de la colección Periplos. Ultimando detalles de nuestro próximo libro, en formato electrónico, y que lanzaremos el 14 de diciembre.
Ultimo la lista de mis piezas musicales preferidas y se la envío a Luis Suñén: el jueves me ha invitado a grabar una entrevista para su programa “Juego de espejos” en RNE, Radio Clásica. Qué difícil es elegir: apenas 35 minutos donde uno debe condensar lo que le gusta.
Martes 29 de noviembre.
17:00. Breve visita a Librería Pasajes. Reviso la sección de literatura por la D. Inevitable: compro una biografía y un ensayo.
17:30. Cita en el café Isadora Duncan con tres traductoras: A, P. y L. Sobre la mesa: proyecto para el 2013. Promete. Tormenta de ideas muy fructífera. Tareas: poner en limpio lo hablado y volvernos a ver el 15 de diciembre.
Miércoles 30 de noviembre.
19:00. Salón de actos de la Biblioteca Complutense, junto al antiguo Paraninfo, en Asisto a la conferencia de Javier Cacho sobre la Carrera al Polo Sur.
Público entregado. Presentador: Daniel Marías, que en dos pinceladas, bien ajustadas, estimuló nuestra atención. Turno de Javier Cacho: Ameno conferenciante. Menos días para celebrar por todo lo alto el I Centenario del Descubrimiento del Polo Sur por Amundsen (14 de diciembre de 1911).
Jueves 1 de diciembre.
15:45. Un coche me recoge para llevarme a RNE. Grabación de la entrevista con Luis Suñén para “Juedo de espejos”. Un encuentro feliz, donde me reconozco escuchando la música que he elegido: Bach, Mozart, Beethoven, Schubert, Chopin, Rachmaninov… Shostakovich finalmente se cayó por falta de tiempo.
19:00. Biblioteca Nacional. Conferencia de Jesús Marchamalo sobre su biblioteca. Como siempre, chisposo, ameno y muy entretenido el amigo Marchamalo, un cajón sin fondo lleno de guiños sugerentes, anécdotas mil, curiosidades y rarezas bibliófilas. No apto para bibliocardiacos y bibliópatas en general.
Viernes 2 de diciembre.
5:35 de la mañana. Insomne. Decido retomar la lectura de Polo Sur, el diario de Amundsen. Me engancho con la lectura hasta las 8:45. Dos cafés. Ducha y al teclado. Primeras llamadas de la mañana: Jesús Marchamalo, Fernando Castillo. Suena Bach. Comienzo estas notas.
Continuará…
estimado javier jimenez:
anoche estuve escuchando Radio clásica, donde le entrevistaron y donde se pudieron escuchar sus preferencias musicales (Bach, Beethoven, Mozart, Schubert…); muchas piezas que sonaron las toco yo mismo al piano. Me sentí muy afin a sus gustos musicales y me imaginaba su vida diaria de levantarse y poner musica y ponerse a trabajar en el ordenador, tal como relató.
Hoy hago pesquisas en su web y veo Fórcola.
Soy médico y pianista (acompaño también cine mudo) y traductor de cuentos infantiles , del alemán al castellano (si pincha mi nombre en google Ricardo Casas Fischer), verá entradas (7ª entrada. las previas trata de otras cosas mias).
Me acaban de publicar un cuento escrito por mi en una editorial alemana, pero quisiera publicarla en una editorial española (ideal en formato de album ilustrado). A un amigo escritor (Juan Carlos Chandro) le gustó mucho. Son 4 paginas y es un cuento aparentemente triste, pero muy lírico y esperanzador.
¿Le podría interesar recibir el texto para valorar publicarlo en su editorial? Muchas gracias por su consideración y gracias por anoche…
Estimado Ricardo: me siento honrado por su comentario, porque usted me escuchara y porque disfrutara con mi selección de piezas clásicas. El piano y el chelo primaron, quizá mis instrumentos musicales preferidos (faltó el violín). Le agradezco sus amables palabras y le animo con su aventura. Como comprobará, en Fórcola nos dedicamos a los libros de ensayo, pero hay hermosas editoriales dedicadas al cuento ilustrado, como Narval, que hacen ediciones maravillosas. Espero que su cuento tenga suerte. Un abrazo fuerte