El periplo del editor

La fórcola, símbolo de nuestra editorial

Llegó el final de un año más, y es costumbre ponerse a hacer balance, algo obligatorio para todo empresario que debe confrontar el activo y el pasivo para averiguar el estado de sus negocios. Esta dimensión financiero-contable de mi actividad como editor es inevitable, pero si únicamente me atuviese a su resultado puede que afrontase el año 2012 con muy pocos aperos, no porque los resultados hayan sido malos (seguimos vivos y en marcha), sino porque la motivación del editor de oficio no puede nacer única y exclusivamente de ella, otra dimensión se hace imprescindible.

 

Si el ímpetu de la nave del editor dependiese de las velas de su plan contable, en escasas singladuras se embarcaría. Uno no se hace editor para vadear costas seguras y recalar cada noche en puerto franco. Como editor, reconozco, tengo entrañas de marino aventurero, y ya que nos ponemos a navegar contra corriente, aspiremos a mares abiertos y periplos que nos hagan sentir el viento en la cara.

 

El editor-marino contempla su carta náutica hasta la fecha (sin aspavientos, puesta la mirada en la proa) y con su cuaderno de bitácora en la mano, repasa la singladura de este año de viajes que ahora concluye. Los hitos más significativos saltan en seguida a mi memoria: Fórcola ha cumplido su segundo año de travesía y ha consolidado sus dos colecciones principales (Señales y Singladuras), dedicadas al ensayo y la no ficción, con títulos que han llamado la atención de la crítica, los medios y el público lector (incluso hemos vendido).

 

Recuerdo especialmente aquí (por mencionar alguno en concreto), el libro de Jesús Marchamalo, Cortázar y los libros, que ha hecho las delicias de bibliófilos, mitómanos y bibliópatas. Además, no puedo sino referirme a mi buen amigo Fernando Castillo, que con su magnífico Tintín-Hergé: una vida del siglo XX, no solo le ha puesto alma a la película de Tintín, sino que sigue suscitando la curiosidad de tintinófilos y aficionados a la historia y al buen ensayo.

 

Dos libros muy concretos me han tocado este año el corazón, por así decirlo: el primero, Crónicas literarias y autorretrato, de Gabriele d’Annunzio, un libro hecho con mimo y cuidado junto con su traductora y editora, Amelia Pérez de Villar, trabajo artesano y de estudio que nos ha dado la satisfacción de recuperar y desempolvar una figura olvidada de las letras europeas, acercándolo al lector rompiendo moldes y prejuicios sobre su figura controvertida. Nos satisface comprobar que muchos lectores han descubierto a d’Annunzio con nuevos ojos.

 

El segundo, Al vuelo de la página: diario 1990-2000, de mi amigo Juan Malpartida, un libro del que me siento honrado y orgulloso de haberlo editado, un libro de esos que le acompañan a uno durante tiempo, que hay que paladear hasta apreciar su gusto, sus matices, su densidad, como el buen vino y la mejor poesía. Le agradezco a Malpartida que confiara en mi trabajo. Su libro ahora es un referente de nivel en nuestro catálogo.

 

E la nave va!

Finalmente, este año que ahora concluye me ha permitido un privilegio doble: compartir singladura con Daniel Marías y construir con él una nueva flota de naves forcolianas, Periplos, quizá la colección que más se identifica con el alma viajera de esta tan marinera editorial. Comenzar el periplo con un peso pesado como Eduardo Martínez de Pisón, maestro geógrafo y montañero de corazón, y su libro El largo hilo de seda, es todo un honor y un privilegio. Y continuar con Javier Cacho, aventurero antártico, celebrando con su libro Amundsen-Scott: duelo en la Antártida el I Centenario del descubrimiento del Polo Sur, ha sido toda una aventura.

 

Editar y subir escaleras, cuestión de resistencia (escalera de caracol del Palazzo Contarini del Bovolo de Venecia)

La nave va, pero en esta singladura el capitán no va solo. Mi agradecimiento especial a todos los marineros forcolianos que han hecho posible que este viaje anual concluya en buen puerto. En primer lugar, gracias a mis colaboradores, sin los que no podría llevar a delante este proyecto: Silvano Gozzer, Alberto Vicente, Teresa Alba, Susana Pulido, Gabriela Torregrosa, Damián Flores, Amelia Pérez de Villar, Daniel Marías, Margarita Sañudo, Carmen Palomo, María José Acuña o Maite Lafuente, entre otros.

 

En segundo lugar, y no menos importante, claro, a mis autores forcolianos, que conforman, como no, el alma de nuestro catálogo: a los vivos, Fernando Castillo, Jesús Marchamalo, Juan Malpartida, Blas Matamoro, Eduardo Martínez de Pisón, Juan Domingo Argüelles, Mauro Armiño, Javier Cacho,  Luis Alberto de Cuenca, Manuel Toharia, Sebastián Álvaro, y a los que nos siguen inspirando con su letra vida, como Gabriele d’Annunzio.

 

El catálogo del editor de oficio es ventana crisolada llena de matices (foto tomada en el Arsenal de Venecia)

Gracias a los periodistas culturales que han comentado en alguno de sus medios habituales alguno de nuestros libros, y gracias a tantos y tantos amigos blogueros que en sus bitácoras personales han recogido noticia o compartido sus impresiones lectoras de nuestros libros.

Finalmente, un agradecimiento, por la tarea cumplida, a mis socios de travesía, mis distribuidores, tanto en España como en Hispanoamérica, amigos muchos de ellos, sin los cuales la nave no lograría llegar a buenos mares. Sin olvidar a tantos y tantos buenos amigos libreros, con los que hemos compartido lectura y tertulia. Gracias, muy en especial, a todos aquellos libreros a los que no conozco y que han decidido ofrecer a sus clientes los libros de Fórcola en sus escaparates, sus mesas de novedades y, sobre todo, en sus estanterías.

 

Mis mejores deseos para todos los amigos forcolianos y a ustedes por seguirnos.

 

Anunciación en Venecia

Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo.

4 comentarios en “El periplo del editor”

  1. Juan Domingo Argüelles

    Mi muy querido y admirado Javier:
    No es poco lo que has hecho en este año y en lo que lleva de vida Fórcola. Todos sabemos lo difícil que es la supervivencia de una editorial independiente, y más en este tiempo que no es bueno para la poesía (es decir, para la animación entusiasta). Recibe un fuerte abrazo y mis felicitaciones, deseando que el 2012 venga con mejores cosas, y si no viene con ellas, que tú consigas hacerlas para que existan.
    JUAN

  2. Rafael Jiménez

    Como lector de tipo medio , y con aspiraciones a aumentar y mejorar mis conocimientos , tengo que decir que la Editorial Fórcola me tiene sorprendido por su buen gusto . Y me refiero al contenido y al continente . Y al ser yo una persona que se deja atraer por lo visual , los libros que ustedes editan y luego publican tengo por costumbre colocarlos en un lugar destacado de mi biblioteca . Son hermosos . Y muy atractivos .
    Gracias por regalarnos con estos títulos y sus bellas presentaciones .

    Buen Año 2012

    Rafael Jiménez

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