El pasado día 8 de junio, en la sala de Ámbito Cultural en Serrano 52, gracias a la hospitalidad de Ramón Pernas y la inestimable colaboración de Margarita Sañudo, tuvimos ocasión de presentar el nuevo libro de Fernando Castillo, Tintín-Hergé: una vida del siglo XX, rodeados de buenos amigos y verdaderos tintinófilos y tintinómanos.
Acompañados en la mesa por Juan Manuel Bonet y Luis Alberto de Cuenca, y bajo la batuta del entrañable Antonino Nieto, durante un par de horas ponentes y público asistente disfrutamos de lo que se convirtió, más que en presentación de un libro, en un verdadero encuentro tintinófilo auspiciado por la artesanía forcoliana.
Juan Manuel Bonet destacó en su intervención que el libro de Fernando Castillo está lleno de verdaderas «iluminaciones benjaminianas», sin perder el horizonte de sentido en el que se sitúa este libro: inscribir a Tintín y a su creador, George Remi (Hergé) en la historia del siglo XX, a través del comentario de los 24 álbumes de las aventuras del intrépido reportero y sus amigos.
Bonet subrayó el ágil manejo del concepto «línea clara» que Fernando Castillo despliega durante todo su ensayo, un libro completamente nuevo respecto al anterior, publicado en 2004, y que aporta nuevos elementos que intentan dar cuenta del completo y complejo universo de Tintín: dibujos, películas, apócrifos…
Finalmente, Bonet cautivó a la audiencia señalando la riqueza del libro de Castillo, repleto de distintas poéticas, a cada cual más interesante: la poética de los objetos (cigarros, latas de cangrejo, etc.), la poética de las tapias (tan barojiana), la poética del barco, del avión, por supuesto del coche o del hidroavión, sin olvidar la poética de la geografía y el laberinto, o la de la arquitectura.
La intervención de Luis Alberto de Cuenca nos sumergió a todos los asistentes en la infancia recuperada, la de los tebeos de nuestra niñez, y en cómo con los años cobramos conciencia de la importancia de aquellas primeras vivencias lectoras en la conformación de nuestra identidad personal. De Cuenca nos confesó que «uno no es tintinófilo desde la infancia», aunque reconoció que cuando se hizo tintinófilo lo hizo «para siempre». De Cuenca y Bonet protagonizaron el momento más entrañable y divertido de la tarde: mientras que el primero aseguraba que el álbum preferido del segundo era Stock de coque, Bonet tronó cual Haddock reclamando El cetro de Ottokar como su preferido. Castillo zanjó la discusión de un plumazo: «a quien le gusta Stock de coque es a mí».
Aunque mi intervención fue la primera, dejo mis comentarios para el final. De Fernando Castillo, en mis palabras, quise destacar su faceta intelectual, desplegada en una intensa actividad ensayística, de primer nivel. En un momento de mi relato quise subrayar: «Si algo puedo decir de Fernando Castillo es que todos los días aprendo algo nuevo con él: generoso con su universo literario y cultural, que comparte siempre con altas dotes de entusiasmo y seducción, Fernando es irresistible. […] Con su buen gusto para casi todo y con una elegancia equilibrada, tan ausentes en nuestra ya más que erosionada vida cultural española, de Fernando envidio sobre todo una cosa: su biblioteca. Ojo, no la que atesora con miles de volúmenes en sus dos sedes, sino esa «biblioteca viva», humana y ambulante que representa él mismo y que con espíritu deportivo colecciona, no en un afán posesivo, snob o pedante, sino que comparte con su contertulio, que se siente incorporado, sin acreditación previa, a un fascinante universo histórico, cultural y literario. Fernando, cuando te habla, te hace compañero, y como Tintín con sus compañeros de aventuras, te hace amigo».
La velada se cerró con un momento emocionante en el que José Luis Povo (responsable del blog Mis comics y más), en representación de la asociación tintinófila ¡Mil rayos! (alguno de cuyos miembros nos acompañó de forma entusiasta, como Paloma Pérez, su presidenta), hizo entrega a Fernando Castillo del diploma que le reconoce como miembro de honor de la asociación.
No faltaron los amigos: el pintor Damián Flores, el tipógrafo Alfonso Meléndez, el pintor Pelayo Ortega, y el editor Javier Fernández Lizán (de la editorial La Librería).
Tampoco quisieron perderse este encuentro tintinófilo los escritores forcolianos Blas Matamoro, Reina Roffé y Jaime Fernández.
Finalmente, la larga cola de asistentes para llevarse su ejemplar firmado por el autor cerró la tarde en una verdadera fiesta de amigos de Tintín y de la «línea clara».
Fernando Castillo hizo las delicias de unos y otros estampando su dibujo original en cada ejemplar mediante un tampón de tinta diseñado por él mismo para esta ocasión.
Aún no acabó ahí la cosa: entre buenas viandas y algún caldo que otro, algunos tuvimos ocasión de acompañar a ponentes y autor y continuar este encuentro tintinófilo, en el gozo de compartir afición, amistad y como ven, algún regalo.
Gracias a Paloma «Tornasola», Rafa «Mirphiss», Alejandro «Almarture» y a José Luis «Bergamotte» por su entusiasmo, su cordialidad y su cariño.
¡Viva Mil Rayos!
y
¡Larga vida a Tintín!
Hola a todos y Mil Gracias por vuestras palabras, pero no soy presidenta de Mil Rayos, aunque si entusiasta. No es eso lo que importa, sino lo que disfrutamos, lo entretenidas y divertidas que estuvieron todas las intervenciones de los ponentes y lo redonda que resultó la presentación. Ni un “pero”.
Gracias de nuevo por hacernos sentir como amigos de toda la vida.
BESOS
Querida Paloma Tornasola, disculpa el tratamiento presidencial. El entusiasmo fue contagioso el día de la presentación, como el que destila el libro de Fernando Castillo. Espero que lo disfrutes y que coincidamos en otra pronto. Un abrazo
Muchas gracias, Javier, por esta estupenda crónica, que relata perfectamente lo ocurrido en la tarde-noche del miércoles, una de esas reuniones divertidas y entrañables que se recuerdan después de pasados muchos años. Aprovecho también para agradecer a todos los allí presentes su cercanía y cordialidad, y cómo no, el interés por mi -breve hasta ahora-trabajo como dibujante de línea clara.
Abrazos!!
Querido Bergamotte, sí, buenos recuerdos de este tintinófilo encuentro. Gracias por vuestra complicidad y vuestro entusiasmo contagioso. Seguimos en contacto y ¡Viva Tintín!
De verdad que me hubiera gustado ir, quedé prendado con la charla que nos dió Fernando Castillo en el 2º Encuentro Tintinófilo, y sé que hubiera disfrutado mucho de la presentación, pero motivos laborales me lo impidieron.
Enhorabuena a Fernando Castillo por el libro y por su membresía de honor…;)
Y gracias a los miembros de ¡Mil Rayos! que nos representaron tan bien…:)
Un abrazo,
ArteAlfa
Querido Fernando ArteAlfa, una lástima que no estuvieses, pero qué alegría encontrarnos gracias a la Red 2.0. Seguiremos en contacto y generando complicidades alrededor de Fernando Castillo y su libro.
Un abrazo y ¡Viva Mil Rayos!