La siniestra oscuridad que en París, durante los años de la Segunda Guerra Mundial, devoró a resistentes, comunistas, socialistas, republicanos españoles y judíos era muy diferente de aquella otra que al finalizar la guerra cayó sobre las vidas cruzadas de los cuatro protagonistas del libro Noche y niebla en París, del historiador Fernando Castillo: César González Ruano, periodista y escritor; Pedro Urraca, el agregado de policía en la embajada de París durante la Ocupación, que tuvo un papel muy destacado en la detención de los refugiados republicanos; Albert Modiano, padre del escritor Patrick Modiano; y André Gabison, un extraño personaje, judío y a la par destacado collabo, que desfiló por los archivos de los aliados y de la policía española, y aparecerá en las novelas de Patrick Modiano.
Durante mucho tiempo, estos cuatro han sido hombres sin pasado o con un pasado adaptado, construido a la medida para diluir aquellos años en los que alternaron con el terror. Ellos no fueron víctimas, sino amigos de los verdugos; convivieron con traficantes, espías y miembros del mercado negro, y estuvieron muy próximos a lo que se puede llamar la colaboración económica y política, siempre al filo de la legalidad o de actividades abiertamente delictivas.
La Francia de la Ocupación resume las contradicciones de los años treinta del siglo pasado en un entorno de brillantez cultural y crisis política. La Segunda Guerra Mundial tensaría aún más todo.
Y los que vivieron esos años, bien desde la barrera, bien participando en un bando u otro, tuvieron que enfrentarse a terribles decisiones, aparte de sobrevivir.
Por ello, más que el blanco o el negro (el Bien y el Mal), el color predominante de aquella época fue el gris, no sólo el de las fotos de aquellos años siniestros o de algunos uniformes de los contendientes, sino de la actitud de la mayoría de los ocupados y ocupantes de la Europa en llamas.
Un gris que afilaba los rostros de unos y otros, confiriéndoles un aire de lobos hambrientos y que, siguiendo con el tópico, venía a confirmar que el hombre es un lobo para el hombre.
Tal vez por eso todavía se escriben miles de libros acerca de la Segunda Guerra Mundial, pues siempre nos gusta observar la cara más extrema y radical de la condición humana, aunque sólo sea por lo cómodo y aséptico que resulta verlo o leerlo desde la butaca del cine o de lectura.
A los interesados en profundizar en estas historias os invitamos a participar en la charla-coloquio que mantendrán el escritor e historiador Fernando Castillo y el periodista Luis de León Barga en torno a literatura y espionaje en el París ocupado. Este es el entorno en el que transcurre la trama del libro de Fernando Castillo, Noche y niebla en el París ocupado: traficantes, espías y mercado negro. Vidas cruzadas de César González Ruano, Pedro Urraca, Albert Modiano y André Gabison (Fórcola, 2012). Y también se tratará la ciudad y el ambiente literario y cultural de donde Gerhard Heller extrae sus recuerdos como responsable de la censura literaria nazi entre 1940 y 1944, que recoge en su libro Recuerdos de un alemán en París (Fórcola, 2012), prologado por el propio Fernando Castillo.
Ambos libros darán pie a esta tertulia a la que os invitamos a participar.