«El cuaderno negro» de Mauriac, una lectura apremiante ante las voces que amenazan a la Europa libre
Los ‘textos de la ocupación’ de Mauriac: el humanismo como resistencia
Fórcola recupera los valiosos escritos de François Mauriac durante la ocupación alemana de Francia
La lectura de los llamados «textos de la ocupación» de François Mauriac (Burdeos, 1885-París, 1970) resulta apremiante ahora que, de nuevo, surgen voces (y no solo voces: artillería) que amenazan a la Europa libre. La composición de una de estas piezas, El cuaderno negro, aunque muy breve, llevó a Mauriac tres años: de 1939 a 1943; aquellos en los que la esvástica –una «araña repugnante, henchida de sangre», según el escritor– se enseñoreó de Francia.
Pese al efímero apoyo que en su juventud dispensó a Charles Maurras, fundador de L’Action Française, movimiento antiliberal y antisemita, Mauriac comprendió pronto la amenaza que encarnaban los totalitarismos, con sus dos principios fundamentales de ideología y terror. Dos han sido, a su juicio, los responsables de sembrar la semilla negra contra la herencia cristiana en Europa: Nietzsche y Maquiavelo. El primero anticipó la zafiedad gregaria y el salvajismo sádico que implicaría la ausencia de Dios. Al segundo, perpetrador de la ruptura entre política y moral, lo considera el «padre del crimen colectivo». Mauriac apuesta contra aquellos que, como el florentino, defienden que los gobernantes atenten contra la fe, la caridad y la humanidad con tal de conseguir su meta única y suprema: la fundación, conservación y defensa del Estado.