A principios de este siglo, aún con la vorágine producida por el cambio de centuria, Jordi Nadal y Francisco García, pioneros en esto de la reflexión sobre el oficio editorial y el mundo del libro, publicaron una antología de sus artículos de opinión bajo el muy acertado, y casi premonitorio título, de Libros o velocidad (Libros sobre libros/FCE, 2005, disponible ahora en formato electrónico).
Metidos de lleno en el siglo de Internet, de la 2.0 y de la blogosfera, podemos constatar que el ejercicio de la memoria quizá es hoy más difícil que nunca, para evitar el vértigo de lo inmediato y los efectos colaterales de la velocidad de la Red, que vuelve efímero cuanto toca.
Todos los esfuerzos que unos y otros hagamos para luchar contra el olvido y compensar lo efímero de la blogosfera serán pocos a la hora de propiciar intensos debates en la Red sobre el futuro de la edición independiente, conversaciones online en foros abiertos interprofesionales sobre el sector del libro, o publicación de artículos de calado sobre los temas que más preocupan y ocupan a editores, libreros, bibliotecarios y demás agentes del mundo del libro y la lectura. Insisto y subrayo: todos los esfuerzos serán pocos.
La publicación en abierto [bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento – NoComercial – CompartirIgual 3.0 (CC BY – NC – SA 3.0], en formato digital (versión ePub y PDF), por parte de Manuel Gil, de Efímeros instantes: todos los post de Paradigma Libro, me llena de alegría.
Como bien explica Manuel Gil en la introducción que prologa los más de 300 pantallazos paginados del libro electrónico (descargable en la página del blog de Trama Editorial), tras una primera experiencia en común, al publicar tres artículos de hondo calado y reflexión comprometida sobre el sector del libro, en los primeros números de la revista Texturas («El nuevo paradigma del sector del libro I», Texturas nº 3, septiembre 2007; («El nuevo paradigma del sector del libro II: la distribución den los mercados hiperfragmentados», Texturas nº 4, diciembre 2007; «Del editor friki al editor wiki», Texturas nº 5, mayo 2008), Manuel Gil y yo abordamos en mayo de 2008 la escritura a cuatro manos de un libro que condensase nuestras comunes reflexiones, lo que se materializó en la publicación, en octubre de aquel mismo año, de El nuevo paradigma del sector del libro, número 1 de la colección Tipos Móviles, de la editorial Trama.
«A partir de aquel momento numerosos colegas nos señalan la necesidad de continuar la reflexión abierta en un medio más inmediato y ágil, y así fue cómo surgió el blog», comenta Manuel Gil. Pues bien, en su primera época, utilizando la pedestre pero útil herramienta de la plataforma Blogger, el blog Paradigma Libro vio la luz en diciembre de 2008. Unos meses más tarde, y con varias decenas de entradas en su haber, el blog Paradigma Libro migró a plataformas tecnológicas más cálidas, y desembarcó, con nuevo diseño, en WordPress, hasta su cierre en septiembre de 2010.
Fueron muchos meses de intenso trabajo, entregados a una reflexión apasionada sobre el sector del libro, sobre los temas que a ambos nos preocupaban, y como bien dice Manuel Gil fue «un blog que intentaba abrir vías de reflexión ante el evidente y manifiesto ocaso de un sector para el que comenzaba un dura transición». Creo sinceramente que en el planteamiento y en la manera de abordar los temas a debate fuimos pioneros, alertamos sobre muchos de los problemas que a posteriori se confirmaron, y desarrollamos nuestra actividad bloguera desde la honestidad, la militancia del libro, y la vocación de abrir debates y convocar y aunar sensibilidades.
Recuerdo con cariño aquella época, nuestras interminables e incansables conversaciones, una actividad en la blogosfera que nos trajo alegrías y, cómo no, sinsabores, como bien apunta Manuel Gil. De todo aquello, a nivel personal, aprendí muchísimo:
-a dar mis primeros pasos en la blogosfera;
-a mantenerme atento a la actualidad del sector sin perder de vista horizontes de sentido;
-a propiciar el debate y la reflexión, por encima de partidismos;
-a relacionarme con otros colegas afines, dentro y fuera del sector del libro;
-a saber lo que cuesta construir y lo fácil que es perder la credibilidad en la Red;
-a ganarme una reputación en la blogosfera;
-a dar antes que recibir, a compartir, a difundir las ideas de otros;
-a constatar que en este elemento líquido, el único valor que merece la pena es la honestidad y la credibilidad;
-a aguantar golpes, a tener paciencia, a saber perdonar;
-humildad y a pedir disculpas;
¿Gane? Gané mucho: amigos, de los de verdad, no sólo virtuales.
Paradigma Libro marcó un hito en la blogosfera, convirtiéndose en uno de las bitácoras de referencia en el sector del libro en español. Me parece magnífico el trabajo de edición y ordenación llevado a cabo por Manuel Gil y Jorge Portland.
Releyendo algunas de aquellas entradas blogueras, sigo defendiendo algunos de nuestros planteamientos de entonces. Otros, en cambio, no los defendería ahora, simplemente porque mi pensamiento ha evolucionado y veo las cosas de otra manera. Algunas tesis me parecen matizables, y otras afirmaciones me sacan los colores. De algunas entradas me arrepiento, cómo no, pero hay que entenderlas en su contexto. Por encima de cualquier otra consideración, me parece que era un buen material recuperable. Y felicito a Manuel Gil por su iniciativa.
La memoria nos hace más libres, y nos hace más sabios, por muy efímeros que hayan sido nuestros pensamientos.
¡Que época! Recuerdo con mucho cariño la lectura de los post de Paradigma Libro y las discusiones que ahí se mantenían.
Fue un blog pionero. Lo miro con nostalgia pero sin pena, creo que cumplió su función cuando tocaba y supisteis retiraros a tiempo.
Un abrazo a los dos