La dolce vita

Italia y lo italiano ejercen sobre el viajero, paseante o lector, una fascinación que no ha decaído durante siglos, desde el Grand Tour a nuestros días. Jóvenes y no tanto de todas las épocas han recalado en su literatura, su arte y su poesía, seducidos por su belleza, su lengua y su historia. Para ellos, Italia era y sigue siendo la cuna de Roma –la de los clásicos de la Antigüedad– y la patria del Arte con mayúscula. También ha supuesto para muchos estetas de todos los tiempos un reclamo para sus deseos e inclinaciones sexuales, en busca de no otra cosa que la felicidad. Luis Antonio de Villena dedica las páginas de este Breve diccionario sentimental a una de las pasiones literarias y estéticas a la que ha permanecido más fiel a lo largo de su extensa obra. Recupera el autor los recuerdos autobiográficos de sus múltiples viajes a Italia, ese lugar en el que siempre se ha sentido como en casa, y colecciona los nombres propios que conforman su educación sentimental. Este diccionario recoge los gustos personales del autor, que dibujan su particular imaginario donde hasta las ausencias son relevantes.