Redacción/ Scherzo, 1 de febrero de 2025
Hace tiempo que la editorial Fórcola da muestras de un indudable fervor wagneriano, sustendado en la publicación de títulos como Wagner y mi camino hacia Bayreuth (2019), Wagner y el cine (2018), Cartas sobre Luis II de Baviera y Bayreuth (2013), así como el ensayo que el autor de Tristán e Isolda dedicó a Beethoven (2016). Ahora, la estantería forcoliana se amplía con un nuevo volumen, consagrado en este caso a la Correspondencia entre Wagner y Friedrich Nietzsche, cuyo encuentro desembocó en una de las relaciones personales e intelectales más sorprendentes y trascendentales de la moderna historia cultural alemana y europea.
Prologado por todo un especialista de la materia como Miguel Ángel González Barrio, el volumen (396 páginas, 29,50 euros) cuenta con la edición, traducción, introducción y notas de Luis Enrique de Santiago Guervós, quien enriquece el contenido del libro con una amplia selección de la correspondencia de Nietzsche a sus familiares y amigos relacionada con su amistad con Wagner, junto con una selección de fragmentos de los escritos del filósofo.
Nietzsche conoció a Wagner en noviembre de 1868, y aunque la relación entre los dos nunca fue simétrica, en poco tiempo aquel joven brillante y desgarbado que apenas comenzaba su andadura intelectual logró tal grado de intimidad con aquel genio polémico, consagrado y admirado por su música como para crear una «alianza» intensa y fructífera, que duró cerca de una década. Como apunta Miguel Ángel González Barrio en su prólogo, las consecuencias de aquel encuentro dejaron en Nietzsche una impronta indeleble y estuvieron presentes el resto de su vida, pese a la ruptura posterior y a la muerte del compositor.
Nietzsche fue el primer intelectual que articuló una crítica cultural exhaustiva de Wagner. Pero no fue hasta la muerte del músico que escribió sus observaciones más agudas y penetrantes. Su Correpondencia nos ayuda a representarnos esa época privilegiada y floreciente que compartieron estas dos almas gemelas.