Alfredo Valenzuela / EFE Sevilla, 20 de noviembre de 2024
Jacobo Cortines ha publicado el libro Los acordes de Orfeo. Ensayo sobre mitos operísticos (Fórcola) y ha dicho a EFE que “hay muchos abusos por parte de los directores escénicos con cambios de época, la mayoría sin justificación alguna; en la ópera se puede experimentar pero con coherencia y no por puro capricho exhibicionista”.
Poeta, editor, traductor, académico y estudioso de la ópera, Jacobo Cortines (Sevilla, 1946), profesor de Literatura de la Universidad de Sevilla, ha lamentado igualmente que “también la zarzuela es un gran campo de experimentación, aunque buena parte de ella haya quedado anclada en la época en la que se escribió”.
Sobre la eterna cuestión de si la ópera es un espectáculo elitista, ha zanjado: “Es un espectáculo costoso, pero no necesariamente elitista, para eso están los gobiernos”.
“Cuando se inauguró el Teatro de la Maestranza un alto cargo de la Ópera de Viena me preguntó que dónde están las entradas de a pie; le dije ‘Aquí no existen’, y me contestó muy seriamente: “Entonces nunca habrá afición”… Efectivamente, en Viena hay entradas de a pie que se adquieren poco antes de la representación; he estado allí y esos espacios sin butaca se encontraban siempre llenos”.
También ha señalado que, a diferencia de lo que ocurre en España, “en Italia la ópera es un género muy popular y hay, sobre todo en verano, muchas representaciones al aire libre en las plazas de los pueblos. Luego están los famosos teatros nacionales, La Escala de Milán, La Fenice de Venecia, el San Carlo de Nápoles, o los Festivales como Pésaro o la Arena de Verona”.
“En Centroeuropa también hay pasión por la ópera, pero en España la ópera no está en auge entre la gente joven y hay varios motivos que explican esa carencia, una deficiente educación musical y, por otra parte, el precio de las entradas, muy poco al alcance de los bolsillos de los jóvenes”.
Sobre su ciudad, Sevilla, que centra buena parte de su ensayo por ser escenario de más de cien óperas, ha asegurado: “En Sevilla, a la ópera, le ganan la partida el flamenco y las bandas de Semana Santa”.
Y eso que, ha señalado como contraste, “Sevilla le debe a la ópera su carácter universal por haber sido escenario de más de un centenar de títulos, entre ellos ‘Las bodas de Fígaro’ y ‘Don Juan’ de Mozart, ‘Fidelio’ de Beethoven, ‘El barbero de Sevilla’ de Rossini y ‘Carmen’ de Bizet”.
“Los argumentos de las óperas que han elegido esta ciudad son muy variados y pertenecen a géneros muy distintos; desde la comedia, ‘Las Bodas’, por ejemplo, a la tragedia, ‘Carmen’; desde el drama histórico, como ‘La Favorita’ de Donizetti, hasta la ópera bufa, como el citado ‘Barbero’.
Eso es así, según Cortines, porque “la ciudad se presta a esa variedad; por una parte aparece como occidental, por otra oriental; fue capital del mundo con el descubrimiento de América, ciudad, por tanto, rica y floreciente, pero también después pobre y cerrada a las ideas modernas”.
Sin embargo, ha matizado, “no todos los títulos la reflejan con la misma verosimilitud; ‘El Barbero’ tal vez sea el que más se aproxime al carácter de la ciudad y a su geografía urbana; un tipo como ‘Fígaro’ es muy propio de aquí; sin embargo, la Leonora del ‘Fidelio’ es más francesa que sevillana.
La relación entre Sevilla y la ópera ofrece “infinitos contrastes” porque, según Cortines, “Sevilla ya contaba con una rica tradición literaria -Cervantes, Mateo Alemán, Lope de Vega…- de la que se sirvió la ópera.
No obstante, pese a esa rica tradición literaria y musical, “Sevilla no ha sabido rentabilizarla; no hay una política teatral que explote esa variedad que se expande por diferentes épocas y estilos: la Ilustración, el Romanticismo el Realismo,… París, por ejemplo, sí ha sabido hacerlo con ‘La Bohème’, ‘Traviata’ y tantas, tan conocidas”.
“En Sevilla hubo algún momento que parecía que esa tradición iba a consolidarse, como cuando Carmen Laffón con su equipo realizó, en 1997, la escenografía de ‘El Barbero’, que tuvo un éxito clamoroso dentro y fuera de Sevilla, pero últimamente me he enterado de que esa producción ha sido vendida a un teatro de Georgia”.