Papiroflexia: El Kamasutra del lenguaje

Por JESÚS AGUADO

Babelia, El País, 4 de marzo de 2023

Los libros abrazan, se abren, aletean (como pájaros, mariposas, libélulas), polinizan, corrigen la miopía del pensamiento, se ofrecen como tablas para náufragos o como linternas para fugitivos, recorren cicatrices, hacen el amor, se transforman en gatos o vampiros, saltan a la comba. Los libros son gusanos de seda o escaleras interiores, se juegan la vida por un adjetivo, provocan estados de alarma. Y la lectura inaugura nuestra relación con el afuera (el lugar donde las palabras respiran, se recosen, se ponen al servicio de lo limpio, dejan de contar más de la cuenta, zurean) y con dos ciases de fantasmas: los del pasado y los del lenguaje.

A lo largo de casi 200 aforismos, Guillermo Busutil (Premio Nacional de Periodismo Cultural y narrador) consigue que miremos los libros y experimentemos la lectura como actos orgánicos, como otro modo de ser el cuerpo. Los libros y la lectura no deben ser el refugio de la banalidad («el mal uso deshilacha las palabras»), sino el de la ética, la política, la pedagogía («enseñar a leer sin pisarle a las palabras su sombra»), la locura bien entendida («leer derriba molinos»), la espiritualidad (ese «silencio» que atraviesa varios textos para construir desde él otra relación con lo invisible y con lo indecible), los escritores (decenas de homenajes a contemporáneos y a fallecidos, entre estos a Ramón Gómez de la Serna y a Rafael Pérez Estrada, cuyo espíritu sobrevuela todo el libro), el erotismo («la literatura es el Kamasutra del lenguaje»), la poética («¿en qué palabra decide vaciarse el poema?») o la familia («en la soledad de la tarde, a mi madre se le dormía el corazón dentro de un libro»).

El libro, la lectura: la vida intensificada, y la reivindicación de aquello que humaniza lo humano en medio de tantas otras instancias que lo deshumanizan. Una serie de textos (píldoras filosóficas, microrrelatos, greguerías, poemas de una línea, minisociologías, reguero de hormigas) que emocionan por lo que tienen de certero en su diagnóstico, lo bien que se expresa el autor, y la rabiosa y dulce manera que tienen de situarnos en el corazón del sentido.

Un libro «insomnívoro» (el neologismo es del autor) y feliz.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra